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A finales del mes de abril un hombre de 34 años y natural de Santiago de Compostela era detenido por la Policía Nacional de la capital gallega. Los hechos por los que el cuerpo policial procedió a su detención se remontan a 2014, concretamente al mes de diciembre, cuando el acusado denunció el robo de su equipaje en una comisaría de Santiago. Algo, que según el detenido, se habría producido en el viaje en autobús con trayecto Madrid- A Coruña.

La Policía Nacional llevó a cabo las investigaciones propias de este tipo de denuncias y desde el principio hubo sospechas sobre la veracidad de lo que denunciaba la supuesta víctima, pues poco tiempo tardaron en comprobar que tres años atrás, en 2011, el mismo individuo había presentado hasta tres denuncias por hechos muy similares en tres ciudades españolas diferentes: Vigo, Murcia y A Coruña. En todos estos casos de 2011 el denunciante afirmaba ser víctima del robo de una maleta de color gris en cuyo interior irían prendas deportivas, documentación y una cartera. Pero claro, algo que hizo saltar las alarmas de la Policía Nacional es que el billete del autobús correspondiente a cada viaje siempre lo llevaba consigo mismo.

Hay que señalar que el individuo que finalmente ha sido detenido no sólo presentó estas cuatro denuncias, sino que también interpuso una quinta. Aunque el robo en este último caso también había sido el de una mochila, las circunstancias en las que se habrían producido serían supuestamente diferentes, ya que en la denuncia testificaba haber sido víctima de un robo con violencia al adquirir un billete de autobús. En esta ocasión, no sólo denunció ante las autoridades policiales sino que también puso una reclamación en la agencia de transportes en la que solicitaba una indemnización por parte del seguro que habría contratado al comprar el billete en cuestión.

Entre todas las causas denunciadas el importe que finalmente consiguió el detenido alcazaba los mil euros, que aunque era una gran cantidad estaba muy por debajo de lo que realmente pretendía lograr. Algo que se explica porque sólo en pocas ocasiones el acusado pudo presentar los datos y la documentación necesaria para poder ser indemnizado como víctima de un robo.

Un dato curioso descubierto durante la investigación en todas las denuncias interpuestas por el detenido es que parte de la documentación supuestamente robada no pertenecía al mismo. Se trata de tarjetas de créditos pertenecientes a entidades bancarias donde el individuo no era titular de cuenta alguna e incluso carnés de equipos de fútbol en los que su nombre no constaba como socio. Entre todos los objetos que habrían sido extraídos supuestamente el valor alcanzaría la cifra de 6.000 euros.

El detenido fue puesto a disposición judicial y tras declarar ante el juez encargado del caso fue puesto en libertad con cargos. Simulación de delito y estafa son los delitos de los que se le acusa a este hombre de 34 años. Unas causas, que desde la crisis han subido por desgracia su incidencia.

El cuerpo de Policía Nacional, al respecto, señala que las denuncias siempre son investigadas y que les informan a los denunciantes correctamente de que el peso de la ley podría caer sobre ellos en los casos en los que se esté incurriendo en un delito de acusación falsa, de simulación de delito o de mentir en un testimonio, ya que todos suponen atentar contra el código penal. Por ello, es muy importante la concienciación ciudadana con esta causa, algo que en la mayoría de casos como este terminan salpicando a las aseguradoras que se ven obligadas a pagar indemnizaciones que llegan a alcanzar cifras muy elevadas.